Dos años consecutivos sin meterse en Playoffs y una Copa del Rey vista desde es demasiado si arrastras una historia reciente como la de Unicaja de Malaga. Un grande de la ACB desde hace más de dos décadas que ha vivido unos últimos años demasiado convulsos pero que afrontaba la nueva temporada con el reto de volver al que una vez fue su lugar.
La apuesta en verano era clara y respondía a un nombre propio: Joan Plaza. El técnico catalán venía después de una temporada difícil en lo extradeportivo en Zalguiris, pero se quería edificar un proyecto en torno a este técnico, que ya había demostrado su capacidad en plazas difíciles como Real Madrid y Cajasol. Para ello, el equipo realizó una serie de incorporaciones, muy meritorias si tenemos en cuenta que fueron prácticamente a coste cero. Jugadores contrastados como Carlos Suárez o Nik Caner-Medley, junto a jóvenes talentos como Jayson Granger o Mindaugas Kuzminskas. Sumado a lo que ya había en la capital de la Costa del Sol, la temporada se prometía muy esperanzadora. Si nos situamos en la actualidad, el devenir de la temporada de los de Plaza no puede calificarse de malo. Si es verdad, que ese traspié en la Copa del Rey en casa ante el CAI en cuartos fue una pequeña desilusión. Sin embargo, en ACB es quinto con un colchón lo suficientemente grande para no repetir errores del pasado. Su objetivo debe ser amarrar esa quinta plaza como mínimo e intentar luchar con Herbalife por subir algún puesto, ya que obtener la ventaja de campo en la primera ronda de Playoff podría ser decisivo para avanzar en postemporada. Aunque el título parece muy difícil ante la diarquía Barcelona-Madrid, Unicaja tiene el objetivo de seguir manteniendo su cupo para Euroliga.
El juego, aunque con ciertos altibajos, no puede calificarse de malo. El equipo ha observado una mejora en la defensa, seña de identidad de los equipos de Plaza. Se ha convertido en un equipo intenso, algo que echábamos de menos en ciertos momentos de pasadas campañas. Quizá, el pero pueda situarse en el rendimiento de ciertos jugadores como Toolson o Hettsheimer, que no han terminado de explotar, o un Carlos Suárez que, al menos el que firma este artículo, pensaba que llegaba a Málaga para convertirse en su hombre franquicia. De todos modos, ha conformado una plantilla amplia, con un par de bases que se complementan entre sí como Calloway y Granger. Una buena batería de hombres exteriores, donde se junta la anotación de Toolson, Urtasun o Dragic junto con el trabajo de Vidal o Suárez. Por dentro, estamos asistiendo a la confirmación de Kuzminskas, junto al buen hacer de curtidos veteranos como Fran Vázquez y Nik Caner-Medley y un Stimac que está superando con creces las expectativas. Además, el joven Domantas Sabonis está dando sus primeros pasos en el profesionalismo, aunque es una pena, para Unicaja, que haya decidido marcharse a la NCAA.
Pero en este artículo, nos queremos centrar en especial en las opciones de Unicaja en Europa. Se metió en el TOP 16 con más problemas de los previstos, tras aquella victoria in extremis en Siena, y la verdad es que la suerte no le ha acompañado. Recayó en el grupo más duro, con rivales de la talla de Barcelona, Fenerbahce, Panathinaikos u Olimpiacos, además de un Milano que está dando la campanada. Además, la última jornada ha complicado un poco más la situación a Unicaja. La derrota ante el Barcelona, aunque entre dentro de los cálculos, seguro que no deja buen sabor de boca por lo contundente del resultado. Con el Barcelona clasificado, y con Baskonia y Efes ya eliminados, el interés reside en las otras tres plazas. Milano tiene muy encarrillada su clasificación tras su victoria ante Efes, situándose ya con 8 victorias. Con 6 aparece el PAO, tras su victoria ante Fenerbahce. Precisamente el equipo turco, Olympiacos y Unicaja aparecen a continuación con 5 victorias, presumiendo un final de TOP 16 no apto para cardíacos. El calendario tampoco va a ser un aliado para el conjunto andaluz. Tres compromisos ante rivales que se están jugando la clasificación. La semana que viene recibe a Olympiacos en un duelo vital. Los griegos ya han recuperado a Spanoulis, que fue clave en la victoria 89-59 ante Baskonia en esta jornada. La semana siguiente viajan a Atenas para jugar ante Panathinaikos, que raro sería que no se estuviese jugando algo en ese partido, puesto que la semana que viene tienen que pasar por el Palau Blaugrana. Para terminar, Unicaja finaliza su periplo en el TOP 16 ante Milano en casa. En este partido si podría darse la circunstancia de que los italianos no se jueguen nada. Las opciones del equipo de Plaza pasan por este punto, intentar llegar con vida al último partido y que ciertas combinaciones en el derby griego entre Olympiacos y Panathinaikos le puedan dar la clasificación, ya que parece difícil que Efes gane en la casa de su eterno rival, Fenerbahce.
De todos modos, no queremos trabar la lectura de este artículo con las múltiples cábalas, pues esta situación va a cambiar de una jornada a otra. Unicaja ha conformado un grupo amplio este año, que por lo menos aspira a devolver al conjunto costasoleño al lugar que se merece. Aunque al final quede eliminado en Euroliga, no podremos calificar de decepcionante su paso ante la dificultad de los rivales que le han tocado en gracia en el TOP 16. De todos modos, habrá quien seguirá pensando en aquellos últimos minutos en Estambul ante el Fenerbahce…