Kevin Ware, el jugador que sufrió una doble fractura de tibia y peroné tan brutal que las imágenes de la lesión llegaron a ser censuradas en algunas televisiones, volvió a jugar un partido con sus compañeros de la Universidad de Louisville.
En este momento, han pasado 220 días desde que tuviera que abandonar en camilla el Lucas Oil Stadium de Indiana, donde jugaba contra Duke por un puesto en la Final Four. El KFC Center le ovacionó durante más de un minuto y casi se viene abajo cuando el jugador anotó su primera canasta tras su espeluznante lesión.